Hoy vamos a seguir con la recogida de datos y veremos la
forma más sencilla de representarlos a través de un gráfico de barras y un polígono de frecuencias.
Fíjate bien en las fichas y después podrás resolver las actividades
de nuestro libro (páginas 218 y 219). También puedes hacer la ficha
interactiva:
Ejemplo: El orientador de una escuela secundaria
realizó una encuesta para conocer las preferencias de los estudiantes en
relación con las asignaturas que cursan. Los datos obtenidos son los
siguientes: M, B, I, M, M, B, B, B, B, G, G, H, H, C, C, B, M, I, H, H, C, I,
G, B, H, B, M, I, H, B, B, E, G, E, E, E, B, M, I, H, H, M, M, C, M.
Organizando los datos en una tabla de frecuencias, se
tiene:
Procedimiento:
1. Se trazan dos ejes perpendiculares.
2. Se coloca la escala de valores o
frecuencias sobre el eje vertical, y los datos cualitativos, en el eje
horizontal.
3. Se trazan rectángulos o barras del
mismo ancho sobre el eje de los datos cualitativos, dejando un mismo espacio
entre ellos. La longitud de cada barra representa el número de frecuencias.
El polígono de frecuencias nos permite analizar las
variables cuantitativas y su construcción se obtiene a partir del histograma.
Para esto, se unen los puntos medios de cada una de las barras con un segmento
de recta. El polígono de frecuencias para el ejemplo anterior es:
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